Ruta Etnográfica de Zamáns, Vigo
El Concello de Vigo es conocido mayoritariamente por el casco urbano, la playa de Samil y las Islas Cíes. Sin embargo, esconde celosamente una importante riqueza natural y paisajística además de diversos senderos naturales llenos de encanto como es el caso de la Ruta Etnográfica de Zamáns.
Zamáns es una de las 18 parroquias que forman el Concello de Vigo habitada por unos 850 vecinos.
Un apunte histórico sobre la vida tradicional en Zamáns
Desde la época medieval, la sociedad campesina ha sabido utilizar la fuerza motriz del agua con la construcción de los primeros molinos de río alrededor del siglo XI. En la actualidad constituyen el grueso de la arquitectura popular que identifican el paisaje rural y etnográfico de Zamáns, junto a la importancia del agua y los pastos.
En la ribera del río Vilaza se encuentra un valioso conjunto etnográfico formando por molinos, puentes y algún lavadero público. Los molinos siempre han sido el eje de la actividad económica de los sectores productivos del rural y de las relaciones sociales, al ser el principal agente dinamizador en la elaboración de la «harina», componente principal en uno de los alimentos básicos de nuestra sociedad, el «pan».
No obstante, en los molinos tenían lugar el encuentro entre vecinos y vecinas que dieron lugar a las populares «muiñadas», una forma inagotable de inspiración para cantares y cuentos populares, supersticiones y para la música y baile tradicional de Galicia.
Una de las coplas de muiñeira más cantada: «Unha noite no muíño, unha noite non é nada; unha semaniña enteira esa sí que é muiñada».
La Ruta Etnográfica de Zamáns
Se trata de un sendero circular de unos 3.000 metros de dificultad baja. La ruta se inicia a través de un pequeño sendero que se adentra en el bosque forestal de Zamáns siguiendo el cauce del Río Vilaza que a veces es llamado también Amial. El recorrido pasa a través de una senda empedrada que comunica hasta 5 molinos restaurados por la Comunidad de Montes de Zamáns. Reciben el nombre de: Muíño do Bento, Muíño Novo, Muíño de Soleido do Quenllo, Soloeido de Arriba y Soloeido de Abaixo. Resultan significativas las 2 «pontellas» de piedra que forman parte del camino empedrado, Xubelo y la de Vento (Hay un sexto molino bajo las aguas conocido como Muíño do Viveiro). Una vez pasada la zona de los molinos la ruta lleva hasta un rústico puente de madera que se sitúa en la unión del Vilaza con otro río.
La senda de la Ruta Etnográfica de Zamáns continúa a través de un tupido bosque formado por ramas caídas, musgos, helechos, castaños, carballos, ameneiros y otras especies autóctonas, así como los siempre invasores pinos y eucaliptos. Se trata de un bosque tan diverso por las especies que lo forman como rico por la fauna y avifauna que lo puebla, especialmente en las proximidades del Embalse de Zamáns.
El Embalse de Zamáns data de 1960, su presa cuenta con una pared de 29m, el agua embalsada ocupa unas 20 ha, su capacidad es de 2,2 hm3 y abastece el sur de Vigo y el Baixo Miño.
Muíño das Maquías y de Seoane
Una vez pasado el embalse la ruta desciende hasta la base de la pared del mismo, junto al cauce del río de Zamáns. Pocos metros después, se descubre otro importante conjunto etnográfico: Los Molinos de Maquías y de Seoane. Seguramente, el Molino de Maquías es de las mejores construcciones de Galicia dada su dimensión y su actividad combinada con la de «hogar del molinero». El molino está formado por dos plantas y pórtico con los correspondientes canales encargados de suministrar el agua que los movía, al menos hasta la década de los 60. Muy próximo a este, se haya el Molino de Seoane en cuyo interior se percibe en buen estado la vieja «moa» y su «quenlla». Desde luego, un extraordinario conjunto rodeado de una densa masa forestal.
La Ruta Etnográfica de Zamáns continúa a través del antiguo Camino Real que unía Tui con Vigo conocido como Camiño do Regueiro do Forno hasta su unión con el punto de partida próxima a los molinos del río Vilaza.
