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Neveras de Fixó: la Nieve, el Císter y el Poder

Neveras De Fixó: La Nieve, El Císter Y El Poder

Las Neveras de Fixó están ubicadas en la aldea de Fixó, Millerada, Concello de Forcarei. Fueron construídas en la Serra do Candán a 810m de altitud en un altiplano con orientación noroeste convirtiéndose, gracias a su buen estado de conservación, en vestigios arqueológicos únicos de nuestra historia.

Los Orígenes

En la Edad Media, la tierras de la Serra do Candán formaron parte casi en su totalidad del Coto del Monasterio de Aciveiro sobre los que tenía, entre muchos otros los derechos de comerciar con el ganado caballar, vacuno y ovino de los lugares que rodeaban esta extensa superficie. Este punto en concreto, hace memoria con la llegada de los eremitas a esas tierras hacia el siglo XII, época en la que se trasladaron al Monasterio de Aciveiro. Los monjes Benedictinos del Císter levantaron una Capilla dedicada a San Benito en cuyos exteriores realizaban celebraciones religiosas con gentes llegadas desde las comarcas del Deza, Trasdeza y las Terras de Montes.

La Nieve

La comunidad benedictina intensificó la actividad en la Serra do Candán promoviendo las construcciones de las Neveras de Fixó. La función principal era el almacenaje y conservación de nieve durante el siglo XVII cuando las condiciones meteorológicas acusaban temperaturas muy frías provocando el aumento de la misma. Esta era acumulada y trasnformada en hielo mediante su prensado para su posterior utilización en épocas estivales. El uso principal del hielo era para la conservación de los alimentos, enfriar las bebidas, helados y sorbetes entre las clases privilegiadas y para fines terapéuticos.El destino principal del hielo era Santiago de Compostela, el puerto de Pontevedra y otras villas y monasterios próximas. Para su traslado era utilizado, preferentemente, el viejo Camino Real que discurre próximo a las Neveras de Fixó.

Las Neveras

Diversos documentos antiguos recogen censadas 10 neveras en todo el antigo Reino de Galicia: 6 en la provincia de Santiago, 3 en la de Ourense y 1 en la de Betanzos, si bien el número de neveras era bastante superior.

Seguramente en la Serra do Candán existieron más neveras controladas por los monjes de Aciveiro como las de Masgalán o Suapica (perdidas durante el siglo XX). Otras bajo el control de la Real Audiencia de Galicia y el Colegio de Jesuítas de Pontevedra, propietarios de las Marismas y Granja de Ulló, e inclusive algún otro particular de buen posicionamiento social.

Este tipo de construcciones se vinculan a los grandes monasterios de la Orden del Císter, concretamente, las Neveras de Fixó eran propiedad del Cabildo de Santiago de Compostela gestionadas por el Monasterio de Aciveiro. Están formadas por 2 profundos pozos próximos uno de otro y la Casa del Neveiro, que era la casa de la persona encargada de la organización de la cosecha y depósito de la nieve. Esta persona suponía de enorme interés para la comunidad religiosa de Aciveiro, pues, además se ocupaba de la contabilidad, los traslados y las ventas y del mantenimiento de las construcciones.

La Nevera A Vella

Construída en 1625, siglo XVII. Presenta una buena conservación, obra  de canteros de la comarca Terra de Montes. Consta de un pozo de 7,5 m de diámetro en la boca y más de 8 m de profundidad con muros de cachotería recebados con arcilla. La estructura de la superficie resulta curiosa, pues, se observan dos muros circulares para salvar el desnivel del terreno y servir de aislamiento térmico. La orientación de la puerta de entrada era hacia el noroeste, alineada con la Casa del Nevero y consta de un atrio cerrado de pizarra que daba acceso al pozo propiamente dicho. Existe otro espacio con suelo de pizarra utilizado como hueco de ventilación e iluminación.

La Nevera A Nova

Data de 1685. Consta de planta circular y un pozo de 7,75 m de diámetro de boca. Sus muros está formados a base de piedra de cachotería, a dos caras, asentada con argamasa de barro y su interior revestido con ese mismo material. Al igual que la Nevera A Vella, dispone de un muro exterior para contener un relleno que servía de aislamiento, minimizando así las pérdidas de hielo por descongelación. El recubrimiento de la Nevera era estructura de tejas sobre armazón de maderos.

Para facilitar la visita de las Neveras y facilitar la interpretación de las mismas el visitante dispone de un espacio arqueológico adecentado, rodeados de pinares, entre los molinos de viento colocados por la Serra do Candán. Además, el acceso al espacio es sencillo dado el buen estado de los caminos rurales que llegan a las Neveras, una accesible senda entre ellas y diferentes paneles informativos con información descriptiva de los vestigios históricos.

¡Una visita recomendable y aconsejable y si es con nuestros guías turísticos se convertirá en toda una sorpresa!

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